Aquel año se encontraba sin trabajo
y ganaba su vida jugando a las cartas
o a los dados y pidiendo prestado.
un empleo, de tres libras al mes, le había sido ofrecido
en una papelería, pero no lo acepto
no era para él, un salario tan bajo para un joven bien educado, y con veinticinco años
con dos o tres chelines diarios podía vivir
no era difícil obtenerlos de las cartas o de los dados
en aquellos café suyos, populares
jugando con astucia y estúpidos compañeros.
pero acumulaba deudas.
pocas veces ganaba un talero, y con frecuencia
tan solo un chelín.
cada semana, o algunos días al mes
sobre todo aquellos en que no había estado toda la noche en vela, se refrescaba con un baño en el mar por la mañana.
vestía miserablemente.
llevaba siempre el mismo traje, uno marrón, muy raido y ya sin color.
oh días estivales de 1908
en vuestra imagen , como obsequio
a la belleza
aquel traje marrón y raido no permanece.
vuestra imagen lo ha preservado
devolviendo tal como aparece al quitarse aquella prenda
cuando tiro lejos el mísero traje y la zurcida ropa interior
quedando desnudo por completo, sin defectos, sus hermosos miembros bronceados
en la desnudes matinal de aquella playa.
Escritores
w. H. Auden.
Yolande Mukagasana.
PAZ- Aguila o sol.
Abstraído en una meditación -que consiste en ser una meditación sobre la inutilidad de las meditaciones, una contemplación en la que el que contempla es contemplado por lo que contempla y ambos por la contemplación, hasta que los tres son uno-
Raul Gomez Jattin
si quieres saber de Raul
que habita estas prisiones
lee estos duros versos
nacidos de la desolación
poema amargos
poemas simples y soñados
crecidos como crece la hierba
entre el pavimento de las calles.
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la locura espanta el tedio
como el viento espanta nubes
ven oh sagrada locura
y llévame al reino de tu fantasía
Cernuda.
esperaba no sabia que .
esperaba al anochecer, los sabados. unos me dabán limosna, otrs me miraban, otras pasaben de largo sin verme. tenia en la mano un flor, no recuerdo que flor era. paso un adolecente que sin mirar, la rozo con su sombra.
yo tenía la mano tendida. al caer, la flor se convirtio en un gran monte. detras de ponia un sol, no recuerdo si era negro.
mi mano quedo vacia, en su palma aparecio una gota de sangre.
kafka- Diários.
uno ha sido en realidad como la paloma bíblica, no a encontrado ninguna rama verde y vuelve a deslizarse sobre el arca oscura.
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